Edificada en la margen derecha del Támega, en la entrada del desaparecido Puente de Canaveses, la Iglesia de Sobretâmega fue fundada después de 1320 y parece sustituir otro templo, cuyo patrono era San Pedro.
Debe ser entendida en este contexto y en su íntima relación con la Iglesia de San Nicolás de Canaveses, ubicada en la otra orilla, tan cerca y con una estructura muy semejante.
Sus portadas atestiguan la cronología tardía por la ausencia de columnas y capiteles.
En la portada principal apenas las ménsulas [piedras salientes de apoyo] adornadas con perlas muestran la permanencia de un motivo románico con gran acogida en las cuencas del Támega y Duero.
Esta portada estaría resguardada por un alpendre [cubierta voladiza] como muestran las ménsulas subsistentes.
El campanario se yergue aislado al norte de la cabecera.
De modestas dimensiones, sufrió profundas modificaciones en la Época Moderna, sobre todo al nivel de la reparación del arco triunfal con pilastras y almohadas del intradós.
Encalado de blanco, el interior acoge, en la capilla mayor, un retablo de talla dorada de estilo “nacional”. Además, encontramos la imagen en caliza dedicada a la patrona, que representa el culto mariano instituido en este templo desde el siglo XIV.
